La base de una buena y solida sociedad son las familias que integran.
Un grupo de familias que comparten reglas éticas y morales similares y que las respetan por sobre todas las cosas formaran una sociedad digna, exitosa y segura para la convivencia. Si la base de la sociedad es la familia es comprensible que, si las familias son buenas, comprensivas y productivas, la sociedad será positiva, pero si las familias son un caos, la sociedad será, en consecuencia, una sociedad caótica.
Lo que nunca se nos ha dicho es que la familia debe ser sólidamente fundamentada. La base de la familia es el matrimonio, no los hijos. Por años se ha sostenido el pensamiento de que las familias existentes y perduran gracias a los hijos: se nos ha hecho creer que son los hijos los que garantizan la relación y la unión de la pareja; este concepto, aparentemente racional y juicioso, es el culpable de la mala relación intrafamiliar que existe en la actualidad y de las muchas discusiones y malos entendidos, así como de las separaciones, divorcios, complejos de culpabilidad y baja autoestima.
ES a los adultos a los que les corresponde asumir el papel protagónico de la unidad familiar, los llamados a defender la familia y a velar por suplir todas las necesidades que en ellas se presenten.
Llevarnos bien como pareja, dentro del matrimonio, ayudara a que nuestros hijos gocen de beneficios derivados de la adecuada relación de matrimonio. Para beneficiar a nuestros hijos debemos entablar una buena relación con nuestro cónyuge. Ama a tu esposo o esposa y tus hijos obtendrán solidos beneficios y ganancias de esta relación; ama a tus hijos mas de lo que amas a tu esposo o esposa y sufrirán las consecuencias de una relación inadecuada de pareja.
Así como la sociedad esta basada en familias y las familias en matrimonios, los matrimonios deben estar sólidamente fundamentados en amor, comunicación adecuada y respeto mutuo; estos tres aspectos nos ayudarán a realizar una labor de paternidad que facilite la relación y asegure la crianza de hijos exitosos en una sociedad difícil.
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